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Taekwon–Do adaptado: continuación

Este es un resumen de “Taekwon-Do adaptado a discapacidades: Terapia para personas con deficiencia visual” Revisión del 2016, de

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¿Qué nos hace practicar Taekwon Do? Sé que la vida no nos da las mismas oportunidades a todos y que las situaciones (lo externo) para todos son variadas, incluso las condiciones (lo interno).

Como la mayoría de mis compañeros en el Tae Kwon Do, nací sin deficiencias, en condición de discapacidad y he logrado llegar a donde estoy ahora. Pero la realidad en el mundo es otra. Este es un mundo para todos, pero no lo parece pues para personas con

La persona, con alguna condición de discapacidad tiene sus propias características individuales como su salud, sus necesidades, como pueden ser educativas, las re-adaptativas, la capacitación o la estimulación. Las diferentes situaciones en las que puede encontrarse pueden ser la exclusión, los diferentes bloqueos culturales, la discriminación o el estigma y sus intervenciones específicas como la inclusión, los derechos y leyes, la eliminación de las barreras culturales y ambientales.

Dentro de los efectos que tiene el Taekwon-Do están los de aspecto social. Para una persona con discapacidad es normal el ser o sentirse excluido de la sociedad, topándose con innumerables bloqueos que impiden su desarrollo individual e independencia. Esto afecta a la estima de la persona, que decae, y una persona con baja autoestima no consigue sostener relaciones interpersonales como una que si la tiene alta. Dentro de la práctica de Taekwon Do, existe la convivencia entre compañeros, con el instructor o la instructora; se trabaja tanto individualmente como en compañía y se aprenden principios culturales aplicables por toda la vida, como la cortesía. Esta está presente durante las clases, al saludar al maestro o al compañero, al trabajar en pareja, en combate o al presentar una técnica (por ejemplo en las tuls. Esto permite la integración de cualquier persona al grupo, que será, para una con discapacidad, más fácil de percibir como positiva o negativa.

La autonomía es un elemento importante a tomar en cuenta si dentro de una clase con alumnos convencionales se encuentra alguno con una diversidad funcional. El instructor debe hacer sentir seguros a todos. Para esto siempre es importante recordar todas las personas tienen sus características específicas.

Una barrera muy común es el grupo de clase cuando no es tolerante. Debe enseñarse a los alumnos que todos somos personas y que debemos valorarnos unos a los otros para lograr la verdadera integridad del grupo. A veces el mismo instructor puede ser una barrera para el desarrollo de la persona con discapacidad. Por ejemplo cuando no consigue el equilibrio entre la exigencia y la sobreprotección, o la cantidad de atención a su alumno con necesidades específicas en la clase y el resto. Estos son puntos importantes con los que se puede comenzar a trabajar en clase y personalmente o incluirlos en las lecciones ocasionales de ética durante las clases convencionales de Taekwon-Do.

Recuérdese la importancia de tratar a todos los alumnos con equidad, que todos somos seres humanos que valemos por igual y no debe caerse en ninguna actitud de superioridad, de sentir lástima, u otra manifestación prejuiciosa, hacia nadie. Entender la discapacidad no quiere decir que etiquetaremos a la persona que la posee.

Para incluir a una persona con una discapacidad en una clase de Tae Kwon Do en primer lugar es muy importante conocer la condición con la que se trabajará, empezando por el tipo de discapacidad. Por ejemplo con una persona con lesión medular y que tiene dificultad de movimiento en las 2 extremidades inferiors. Después, ¿qué necesita?, necesita una silla de ruedas; ¿Qué es capaz de hacer ahora y cuál es el potencial que tiene para trabajar?, es capaz de utilizar sus extremidades superiores, su tronco y su cabeza pero no sus piernas. Además no tiene un retraso a nivel intelectual ni sensorial por lo que tiene el potencial para aprender y recordar todo lo que se le muestre o se le diga. Lo tercero por saber es la situación ambiental y cultural que se le deberá proporcionar para el entrenamiento, cómo garantizar la participación en el grupo, la integración. Eliminar las barreras y obstáculos dentro de la práctica, adecuar el sistema a su capacidad. Esto es un ejemplo bastante sencillo y es claro que al ir profundizando en las características individuales se encontrarán más maneras de adaptar una práctica a las necesidades del sujeto con las del resto del grupo.

No es necesario practicar a un nivel competitivo o practicar combates, en especial para personas con alguna discapacidad motora como la parálisis cerebral, que ya mencionamos. El Taekwon Do tiene el potencial para fortalecer capacidades físicas y mentales aunque el practicante, permaneciendo en una silla de ruedas, se especialice en las formas. Estas son una muy buena opción porque a pesar que no pueden utilizarse las extremidades inferiores, pueden usar las superiores. Dos mil de las técnicas de Tae Kwon Do son de mano y en las 24 formas se realizan en total 970 movimientos de los cuales la mayoría son defensas (las que se realizan con brazos y manos). Las artes marciales adaptadas para personas en sillas de ruedas tratan de lograr la independencia de quienes practican pues se basa en la idea y el conocimiento del propio cuerpo. La práctica para quienes se movilizan en una silla mejora la potencia muscular de la cintura, el abdomen, el tronco y brazos lo que proporciona mayor seguridad en los movimientos para movilizarse y cambiar de la silla a una cama, un sofá, un automóvil, etc. También potencia la correcta respiración y facilita el punto de apoyo gravitatorio en la silla, mejora el equilibrio, la fuerza y la orientación que son importantes para el manejo de la silla. Se mejora la resistencia biológica. Personalmente promueva la conciencia de sí mismo, la autoestima y la autonomía y esto estimula el deseo de mejorar y adquirir más destrezas y habilidades.

Tómese en cuenta que adaptar una clase para personas con discapacidad motora no es lo único importante sino adaptar el espacio. Para que una persona en silla de ruedas pueda practicar en un gimnasio necesita de fácil acceso para ello. Ese es un obstáculo general en Guatemala. La cultura todavía no ha intervenido para mejorar estas situaciones que crean la exclusión.

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