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Taekwon–Do adaptado para discapacidad visual

El Taekwon-Do tiene efectos terapéuticos y favorece a la salud de todos los que lo practican. Para personas con discapacidad sensorial, específicamente con deficiencias visuales, las particularidades de su desarrollo psicomotor y la adaptación de la clase, o entrenamiento, difieren a las de otras personas al igual que los efectos que tienen los deportes y las artes marciales sobre ellas.

Para empezar, conozcamos las características de las personas con discapacidad visual: tienen problema de coordinación, equilibrio, lateralidad, orientación espacial y temporal, alteraciones posturales y motoras como encorvamiento. Entre sus particularidades psicológicas están la falta de confianza e iniciativa, buen desarrollo del lenguaje, pensamiento lógico muy bien desarrollado, en ocasiones su conducta es rebelde y difícil de controlar al no poder mantenerse al nivel de los demás.


Entre las intervenciones que existen están la estimulación multisensorial. Dentro del Taekwon-Do se considera: el desarrollo perceptual, la estimulación táctil, la estimulación de la prensión, la estimulación auditiva, el sentido kinestésico.

Los objetivos particulares durante la práctica serán:

  • Adquirir y fortalecer el conocimiento del cuerpo y a utilizarlo.

  • Reconocer/ imitar posiciones y actitudes corporales en sí mismo.

  • La reeducación del equilibrio. La concienciación de las sensaciones plantares; la ejercitación del cuerpo en distintas posturas estáticas o en actitudes dinámicas; toma de confianza y adaptación a la altura; entrenamiento de las caídas.

  • Coordinación dinámica general, implica actividades motrices básicas.

  • Orientación espacial, se trabaja desde: a) el espacio que ocupa el propio cuerpo y sus movimientos segmentarios; b) el espacio total, que es el espacio ocupado por el cuerpo en sus desplazamientos; y c) las relaciones espaciales dadas por el cuerpo, otros cuerpos y/u objetos que se encuentren en ese espacio.


Los beneficios de esta ejercitación son: mejorar la movilidad dentro del espacio; lograr la adquisición de confianza para lograr independencia y auto-valerse en la calle, en espacios abiertos y lugares donde deba movilizarse por sí solo.


La práctica del Tae Kwon Do por parte de atletas o artistas marciales con pérdidas visuales desarrolla su sentido de orientación espacial, corrige su postura erguida y por tanto su forma de andar, la sensibilidad auditiva, el tacto y la sensibilidad muscular, compensando la falta de vista.


Las barreras sociales: los gimnasios deberían poner sus infraestructuras a disposición de las personas con discapacidad visual s, evitando marginarles. A menudo, el instructor debe recordar a la persona con ceguera como una persona con una discapacidad sensorial y no aislarla, incluirla en el grupo, pues no tiene problemas físicos y está dispuesta a hacer todo aquello que le pidan. En este caso concreto, es el instructor quien necesita una preparación adecuada para poder transmitir sus indicaciones técnicas al estudiante en cuestión.



Young Soo


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